Medusa

Medusa

martes, 26 de abril de 2011

Cada ojo un mundo.



Hubo un día en que padre e hijo, luego de no verse por años, mantuvieron una charla frente a frente en un bar. Entre sus escasas palabras, todas manchadas de alcohol y mentiras, dijeron algunas verdades que disfruté casualmente escuchar. Hablaron de todo un poco, de todo menos de ellos, pero el debate sobre la vida fue lo que predominó. Esa discusión anónima para el mundo, pasó a mi anotador, presente pero ignorado, y transcribí esas frases que atisbé a subrayar. Conclusión: Inconclusa hasta el momento.


-¡Allí está! ¡Corre!
Atrapa la felicidad.
Siéntela en tus manos,
Respírala, que te queme.
¡Da un salto a los cielos!
Todo es posible,
Sólo tienes que brillar.
-¿¡Es que te has vuelto loco!?
El mundo es un lugar temible,
Siniestro de habitar.
Sus creaciones son esclavistas
Y su amor de capital.
¡Deja ya de soñar!
Si apenas eres sólo uno
Despierta de una vez,
Joven idiota.
Vive más años...
De eso se trata.
Sigue existiendo,
ya entenderás.

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